¿Cuál es la temperatura ideal para la habitación de un bebé?

¿Cuál es la temperatura ideal para la habitación de un bebé?

Beneficiarse de un sueño reparador y disfrutar de un sueño reparador es fundamental para un bebé. Para ayudarle a dormir bien, es necesario organizar adecuadamente su habitación. Allí la temperatura debe ser óptima. Si la temperatura es demasiado baja, el bebé puede enfriarse rápidamente. Con una habitación demasiado calurosa, no le beneficiará y usted sacará más provecho de su inversión. Tienes que encontrar el equilibrio adecuado. Pero entonces, ¿cuál es la temperatura ideal para la habitación de un bebé? Para ayudarle a establecer la temperatura adecuada, aquí le ofrecemos algunos consejos prácticos.

La temperatura ideal para poner en la habitación de un bebé

En la habitación de un adulto, la temperatura ambiente debe oscilar entre 16 y 20°C. Entre estas temperaturas se favorece el confort, mientras que el sueño es más saludable y reparador. Si respetas este intervalo dormirás en excelentes condiciones. Esto también le permitirá relajarse después de un día agotador.

Sin embargo, para un bebé es algo completamente diferente. De hecho, las necesidades del cuerpo de un adulto y las del cuerpo de un bebé son distintas. Para un recién nacido, la temperatura ideal es entre 18 y 21°C. No sería favorable para su desarrollo tener una temperatura mayor o menor. Esto puede tener un impacto negativo en su sueño.

Habitación infantil: 19°C, la temperatura óptima

Según el Ministerio de Sanidad, la temperatura recomendada en la habitación de un bebé debe estar entre 18 y 20°C. Lo ideal sería disfrutar de una temperatura ambiente de 19°C. Y por una buena razón, resulta más fácil calentar a tu pequeño que enfriarlo. Para ello, puedes, por ejemplo, taparlo vistiéndolo con un pijama abrigado y una camiseta de manga larga, y acurrucarlo en un saco de dormir.

Si hace demasiado calor o demasiado frío en su habitación, es posible que tenga problemas para conciliar el sueño, hasta el punto de que se inquieta y llora por las noches. Además, las altas temperaturas corren el riesgo de provocar deshidratación e hipertermia.

Además, 19°C también es una temperatura recomendada para un adulto. Incluso si el cuerpo adulto es capaz de regularse a sí mismo, a esta temperatura podemos dormir muy bien. Y dado que el cuerpo de un bebé aún no puede autorregular su temperatura, los padres deben ayudarlo a estabilizar su temperatura corporal.

Controlar la temperatura en la habitación del recién nacido: los puntos esenciales

Para optimizar la temperatura en la habitación de tu pequeño, hay que tener en cuenta ciertos elementos, por ejemplo la iluminación de la habitación, su distribución o incluso su nivel de humedad.

Buena iluminación en la habitación del bebé.

En la habitación de noche de tu querubín, la iluminación puede influir en la temperatura ambiente. Junto a ello, la luz juega un papel importante en el despertar del pequeño. En realidad, es el primer elemento que los ojos del niño podrán discernir, incluso antes que las formas y los colores. La iluminación contribuye al desarrollo del pequeño durante los primeros meses de su vida.

Por este motivo, la elección de las luminarias a instalar en la habitación del bebé no debe hacerse a la ligera. Ya sea que opte por una luz de noche, una lámpara de noche, una lámpara colgante o un aplique, opte por una iluminación suave con una temperatura de color cálida. Debe ser tranquilizador y, sobre todo, seguro.

En este sentido, el aplique Babynotte está perfectamente indicado, ya que ha sido diseñado especialmente para su instalación en una habitación infantil. Además de su diseño, esta lámpara difunde una luz suave y agradable para un niño. No afectará negativamente a la temperatura de la habitación.

Un ambiente saludable en la habitación dedicada al pequeño

Para favorecer el confort del bebé durante el sueño y cada vez que está en su habitación, no se debe descuidar la calidad del aire y la temperatura. Si hay mucha humedad en la habitación, el ambiente será propicio para la aparición de moho y bacterias. Por no hablar de los malos olores que podrían propagarse. Esto podría provocar alergias y asma en el pequeño. Para remediar esto, puedes, por ejemplo, instalar un deshumidificador de aire.

Si por el contrario el aire es demasiado seco, esto podría provocar problemas respiratorios e irritación de las mucosas nasales. Es entonces cuando su piel se vuelve frágil y rápidamente se seca. En este caso, utilizarás un humidificador de aire. En definitiva, además de una buena temperatura, asegúrate de que la habitación de tu bebé tenga buena humedad y una excelente calidad del aire. Si se cumplen todas estas condiciones, el bebé dormirá cómodamente en su habitación.

El nivel de humedad debe oscilar entre el 30 y el 55%, siendo el 50% el nivel ideal. El recién nacido disfrutará de un ambiente saludable. Pequeña nota: sea cual sea la temperatura de la habitación, no olvide ventilar bien la habitación.

Una buena distribución de la habitación del niño.

Otro punto importante: para evitar que la habitación se sobrecaliente o enfríe demasiado, considere optimizar la distribución de la habitación. En este contexto, se deben considerar ciertos parámetros. En primer lugar, aleja la ropa de cama del bebé de cualquier fuente de calor, como una chimenea o un radiador. Además, no coloque la cama cerca de una ventana, ya que las corrientes de aire pueden enfermarla.

¿Sueles utilizar un ventilador cuando la temperatura ambiente de la habitación de tu pequeño sube en verano o por una ola de calor? Sin duda, esto le permitirá refrescar la habitación. Sin embargo, no apuntes el ventilador directamente hacia tu hijo, ya que podría resfriarse. Si su hijo tiene predisposición a sufrir alguna alergia, no utilice un ventilador.

Consejos prácticos sobre la temperatura ambiente y la comodidad del bebé

Como habrás comprendido, una temperatura que no sea ni demasiado baja ni demasiado alta es fundamental en una habitación destinada a un bebé. Para conseguir que la temperatura esté en su nivel óptimo, y que tu hijo disfrute de un excelente confort en esta habitación, aquí tienes algunas recomendaciones.

Una buena temperatura en todas las estancias de la casa

Debido a que el bebé no siempre permanecerá en su habitación, será necesario considerar mantener una buena temperatura en cada habitación de la casa, especialmente en las salas de estar. Piensa también en su comodidad cuando lo saques a pasear. Probablemente ya sepas que si hace demasiado calor, durante las épocas de lluvia o durante la temporada de invierno, no salgas con tu pequeño.

El bebé tiene frío cuando duerme: ¿cómo lo sabes?

Si te preocupa que tu pequeño tenga frío mientras duerme, comprueba su temperatura. Para hacer esto, coloque el dedo a la altura del pecho. Si sientes que su piel está fría, significa que no lo has cubierto lo suficiente.

Si tiene demasiado calor, lo notarás muy rápidamente. Empezará a sudar y jadear. También le saldrán granos y su cabello puede humedecerse. Cuando tiene demasiado calor, puede incluso tener fiebre y agitarse. Si aparecen estos signos, ahora sabrá que el bebé tiene calor.

¿Cómo evitar temperaturas excesivamente altas en la habitación de tu pequeño?

Es mejor tener una habitación más fresca que una habitación demasiado calurosa. Esto se debe a que si hace frío, siempre puedes tapar a tu hijo. En caso de calor extremo, utilice un dispositivo de ventilación.

Para evitar que haga demasiado calor en la habitación, es fundamental un buen aislamiento. Además, en verano, asegúrese de que la temperatura esté por debajo de los 27°C. Varias opciones te ayudarán, como utilizar un ventilador que no sea demasiado potente. Por la noche, mientras el niño duerme, puedes mantener las ventanas abiertas para que entre aire en la habitación.

Algunas medidas a adoptar para favorecer el sueño en los lactantes

Finalmente, aquí te presentamos algunos pasos que puedes seguir para ayudar a tu bebé a dormir cómodamente, mientras disfruta de la temperatura ideal en su dormitorio. En primer lugar, asegúrate siempre de que tu querubín esté cómodo en su cama. No es necesario que lo vista con capas de ropa. Todo lo que necesita es una camiseta o un mono.

Por otro lado, se recomienda hacerse con un detector de temperatura o un termómetro. Este accesorio te avisará en caso de que la temperatura ambiente esté por debajo o por encima de la temperatura óptima.

En definitiva, para que el bebé duerma con el mayor confort, la temperatura de su habitación es un criterio de gran importancia. Por este motivo, te conviene seguir las instrucciones proporcionadas por el Ministerio de Sanidad respecto a la temperatura ideal. No olvide las señales que le permitirán saber si su niño tiene demasiado frío o demasiado calor.