¿A qué edad un niño debe tener su propia habitación?
He aquí una pregunta que muchos padres se hacen nada más llegar el bebé: ¿a qué edad un niño debe tener su propia habitación? No hace falta decir que un recién nacido necesita a su madre durante sus primeros meses. Esto es completamente normal, ya que durante los primeros meses se despertará con frecuencia en mitad de la noche. La presencia de su madre será fundamental para él.
Pero pasado cierto punto, puede que llegue el momento de que el pequeño duerma en su propia habitación y solo. ¿Pero a qué edad exactamente? Esto será decisivo para la vida futura del niño. El hecho de estar separado de sus padres le permitirá ser más independiente desde pequeño.
En este artículo intentaremos dar una respuesta objetiva a esta pregunta. Descubrirá en particular el mejor método para realizar esta separación entre el niño y sus padres. Verás que con la práctica a tu bebé le irá mejor.
Los primeros meses del niño con los padres
Durante el embarazo se forja un fuerte vínculo entre madre e hijo. Este vínculo se fortalece a medida que pasan los primeros meses. Es cierto que los padres suelen arreglar la habitación de sus hijos mucho antes de que vengan al mundo. Esto no significa que una vez en casa, el bebé inmediatamente dormirá allí solo.
En este momento de la vida del infante, es fundamental que el niño duerma con su madre. Además, esto puede resultar más práctico para los padres, porque no tendrán que levantarse constantemente del lecho conyugal para cuidar al niño. Cuando el bebé no duerme toda la noche, mamá y papá pueden turnarse para cuidarlo.
Por lo tanto, durante estas primeras semanas o meses es preferible mantener a su bebé cerca de usted. Puedes colocar su cuna en tu habitación. Incluso puedes dormirlo en tu cama. ¡No hay nada mejor que reunir a la familia! Si tu bebé ya no se despierta por las noches, ya puedes pensar en meterlo en su habitación.
La edad ideal para que tu pequeño duerma solo en su habitación
Hay que recalcar que no existe un momento ideal para separar al niño de los padres por la noche y darles su propia habitación, con su propia cama. Y con razón la cuestión se estudia caso por caso. De hecho, algunos niños necesitan a sus padres más que otros. Tomemos, por ejemplo, el caso de un niño que padece una enfermedad desde su nacimiento o que nació prematuramente. Estos niños dependerán de sus padres durante más tiempo que los que nacen con excelente salud.
De cualquier manera, un niño puede tener su propia habitación a partir del cuarto o quinto mes. A esta edad, el niño tiene edad suficiente para dormir solo en su habitación. Probablemente ya no tendrás que amamantar en medio de la noche. Será más independiente y dormirá tranquilo sin despertarse a cada rato como durante las primeras semanas.
Sin duda, la separación puede resultar difícil, tanto para los padres como para el niño. Sin embargo, el niño debe tener un lugar tranquilo y personal. Además, con esta separación la pareja irá recuperando poco a poco su intimidad.
Si la separación no se produce entre los 4th y el 6th mes del niño, te resultará más complicado instalarlo en su habitación. El pequeño estará acostumbrado a dormir cerca de vosotros, sus padres. Una posible separación le hará entrar en un periodo llamado de “ansiedad” que le perturbará mucho.
¿Cómo llevar a cabo la separación entre padres e hijos?
La separación entre padres e hijos no ocurre de la noche a la mañana. Un cambio brusco de ambiente sería brutal para el bebé, y podría afectarle psicológicamente. Por tanto, lo ideal sería proceder paso a paso. Tendrás que preparar a tu bebé a nivel psicológico y emocional. Muchas veces pensamos que el niño no entiende nuestras palabras. Y, sin embargo, el bebé es capaz de captar cada uno de nuestros gestos y palabras.
Entonces, para ayudar a su niño a experimentar mejor esta “transición a la independencia”, hable con él. Explíquele con palabras sencillas que su vida diaria cambiará ligeramente. Tranquilízalo diciéndole que todo saldrá bien y que siempre estarás con él cuando sea necesario. Esto condicionará mentalmente al niño y este paso es de gran importancia para el futuro.
Durante esta transición, debe demostrarle a su hijo que no se le deja solo. Quédate a su lado hasta que duerma. Puedes cantarle una canción de cuna para ayudarle a conciliar el sueño. Si lo deseas, ya puedes iniciarle a escuchar un cuento. El objetivo aquí es calmarlo lo más posible antes de que se duerma. Pequeño punto a tener en cuenta, no olvides dejar siempre una fuente de luz para iluminar tu habitación. Una luz nocturna funcionará perfectamente.
Puedes empezar por ponerlo en su habitación durante sus siestas durante el día y dejarlo siempre cerca de ti por la noche. Luego, gradualmente, lo enviarás a su habitación cada dos noches. A este ritmo, la transición se producirá en apenas uno o dos meses como máximo. A los seis meses el bebé será independiente y dormirá plácidamente en su habitación.
Por último, no impongas cambios drásticos a tu hijo durante este período. Por ejemplo, una mudanza o un destete no deberían tener lugar al mismo tiempo que este evento. Los niños son muy sensibles. Valoran mucho la rutina, porque es su primer punto de referencia.
Dificultades al separar al bebé de los padres
La primera dificultad en el contexto de este gran acontecimiento es la ansiedad de separarse del bebé. Aunque estaba acostumbrado a dormir con sus padres, romper con este hábito corre el riesgo de causarle cierto miedo. Por tanto, puede ocurrir que el bebé no quiera dormir en su propia cama e incluso empiece a llorar. Deberá operar gradualmente.
En segundo lugar, una separación puede provocar que tu bebé tenga pesadillas por la noche. Sus pesadillas se deben en gran parte al cambio de entorno. En este caso, no te rindas. Consuela constantemente a tu pequeño y quédate cerca de él hasta que se vuelva a dormir.
Finalmente, algunos niños son más sensibles que otros. Pueden enfermarse durante este período de transición. Esto significa que la separación llevará más tiempo, pero no es imposible. Ten paciencia y todo saldrá bien.
¿Por qué un niño debería tener su propia habitación?
El dormitorio de un niño es su propio mundo. Es el lugar en el que crecerá y hará muchos descubrimientos. Esta habitación, así como su decoración , debe corresponder a su personalidad. En su habitación, el niño se independizará. Allí aprenderá a jugar y se dormirá solo. De ahí la necesidad de que en algún momento de su vida tenga su propia habitación.
También debes saber que un niño aprecia los espacios pequeños y cómodos que le recuerdan la vida de su útero. Así que tenga cuidado al organizar su habitación. Su cuna debe garantizarle un confort óptimo, para que la transición sea buena. Preferiblemente opte por una cuna antes de adquirir una cuna. Esto es por razones de seguridad.
Entonces, la habitación de un bebé no se trata sólo de una cama o una cuna. Su pequeño mundo se compone de colores para despertar su sentido visual, su cama para dormir y juguetes para entretenerse. En cuanto el niño pueda caminar o moverse a cuatro patas, su habitación se convertirá para él en un espacio de juego.
Por ello, debe tener suficiente espacio para moverse, aprender a caminar y jugar. Florecerá en un lugar dedicado a él, y donde habrá descubierto varias cosas por sí solo. Cuanto mayor sea el niño, más se apropiará de su habitación. Esto demuestra que su hijo se está desarrollando tanto física como psicológicamente.
Incluso puedes presentarle ciertas prácticas desde pequeño. Puedes enseñarle a guardar sus juguetes, a cerrar la puerta al salir. De esta forma, el niño entenderá que la habitación es suya, pero que hay unas normas que seguir y respetar. En definitiva, tener su propia habitación permitirá que el niño sea independiente. Esta será una oportunidad para que le enseñes ciertas reglas de buenos modales.
Precauciones a tomar antes de que el niño tenga su propia habitación
A la hora de organizar la habitación de un niño, probablemente lo primero que se piensa es en su comodidad. Pero tampoco hay que olvidar la parte de seguridad de la tarea. La habitación de un bebé debe ser cómoda, pero también segura para él. Para ello, deberás tomar ciertas precauciones para evitar cualquier riesgo de accidente o enfermedad.
Una vez que decida dejar a su hijo solo en su habitación, es posible que tenga edad suficiente para moverse de forma independiente. Dado que un niño pequeño es curioso por naturaleza, asegúrese de que todos los objetos peligrosos estén fuera de su alcance. Esto incluye áreas de tomas de corriente. Tiene varias opciones para proteger a su hijo de una posible electrocución. Puedes utilizar una tapa de enchufe. También es posible ocultar el enchufe detrás de muebles imponentes.
Luego, coloque la cuna o la cama de su hijo lejos de otros muebles altos, de lo contrario existe el riesgo de que su hijo se suba o tire de ellos. Además, coloque todos los objetos que puedan ser peligrosos, como medicamentos, en un lugar inaccesible como un armario con doble cerradura.
Presta especial atención a la cuna o cama del bebé. Elige colchones antiácaros . Protegen al niño de las alergias que pueden producirse por el polvo o sustancias químicas presentes en otro tipo de colchones.
Por último, para tener siempre vigilado a tu hijo, instala un vigilabebés. Este pequeño aparato te permitirá escuchar todo lo que hace tu pequeño en su habitación. Algunos modelos están equipados con una cámara que le permitirá ver constantemente a su hijo desde la distancia.
La palabra para concluir
Hasta su primer año, un niño pasa por diferentes etapas. Permitirle tener su propia habitación y dormir solo es uno de los principales acontecimientos que afectan especialmente al niño. Este período cambiará la rutina del bebé. Debes asegurarte de que la transición de dormir con mamá a dormir solo se produzca paso a paso.
Para evitar cambios bruscos que puedan perturbarle mentalmente, debes actuar de forma gradual. Al principio le dejarás dormir solo, sólo durante sus siestas. Poco a poco seguirás acostándote por la noche.
Pase lo que pase, debes saber que un niño puede tener su propia habitación a partir del cuarto mes. Si lo haces a partir de los seis meses, esta separación será más compleja tanto para el niño como para ti. Incluso es posible que el niño duerma en el lecho conyugal hasta los tres años si esta separación no se produce en este momento.