Manejo de las emociones de los niños pequeños: estrategias para ayudar a los niños a expresar y comprender sus sentimientos
Así como un adulto puede sentir miedo, alegría, dolor o sorpresa, un niño es capaz de sentir diferentes emociones desde pequeño. Los niños pequeños enfrentan desafíos para comprender y controlar sus emociones, lo que los diferencia de los adultos. Para ello, los niños pequeños necesitan de tu ayuda para aprender a reconocer sus sentimientos y tratar de controlarlos.
Desarrollar emociones
Además de estimular los sentidos del niño, también es fundamental saber cómo gestionar sus emociones. Estas últimas son respuestas fisiológicas espontáneas y auténticas ante diversas situaciones, manifestándose en cualquier momento y en cualquier lugar, al igual que el actividades sensoriales.
- Emociones primarias:
Las primeras emociones que desarrolla un niño se llaman emociones primarias. Este tipo de emoción aparece durante el primer año de vida. Puede ser miedo, ira, dolor, disgusto, alegría, etc.
- Emociones secundarias:
Las emociones secundarias aparecen alrededor de los dos años, cuando el niño poco a poco va tomando conciencia del mundo que le rodea, cuando se siente diferente a los demás y cuando empieza a tomar sus propias decisiones. Este descubrimiento de la personalidad le ayuda a sentir emociones ligadas a la conciencia, como los celos o incluso las ganas, de comer o de jugar, por ejemplo.
A partir de cierta edad, poco a poco y paso a paso, tu angelito comenzará a sentir otras emociones ligadas a la disciplina, la comprensión de ciertas normas y el deseo de alcanzar metas. Puede ser orgullo, culpa o incluso vergüenza.
Por poner un ejemplo, si tu angelito sabe que tiene prohibido hacer garabatos en las paredes y lo desobedece, puede que se sienta culpable. Si, por ejemplo, logra resolver un rompecabezas de animasa Después de mucha concentración y esfuerzo, también puede sentir orgullo.
Las ventajas de saber gestionar bien las emociones de los más pequeños
Es fundamental enseñar a tu hijo a reconocer y gestionar sus emociones. Por qué ? Simplemente porque le permitirá avanzar mejor en la vida, comportarse bien con los demás y, sobre todo, controlarse sabiendo seguir las reglas impuestas. De esta forma sabrá reaccionar ante una situación y adaptará su comportamiento en consecuencia. Por ejemplo, sabría controlarse o calmarse si está enojado en lugar de gritar o meterse en peleas. Sin embargo, tenga en cuenta que el autocontrol llevará tiempo y cada niño tiene su propio ritmo. ¡Así que no apresures las cosas y sé indulgente con tu pequeño!
Además, un niño que sabe controlar sus emociones reacciona mucho mejor ante diferentes situaciones. Un buen autocontrol también te permitirá mantener una buena relación con los demás cuando jugar al aire libre por ejemplo, o incluso un mayor éxito en la vida.
Al contrario, un niño que tiene dificultades para gestionar sus emociones tendrá más dificultades para afrontar situaciones habituales. Al acumular tristeza, sufrimiento, enfado, miedo y frustración, el niño podría generar conductas agresivas, esto podría asociarse a reacciones de ansiedad y perjudicar su desarrollo diario y sus relaciones con los demás, pero sobre todo a su futuro.
¿Cómo ayudar a tu pequeño a reconocer sus emociones?
Esta no es una tarea fácil, pero dicho esto, ¡tampoco es imposible! El primer paso es enseñarle a reconocer lo que siente. Luego vendrá la gestión de tus emociones. A continuación se ofrecen algunos consejos que pueden resultarle útiles.
Es fundamental empezar a hablar de emociones con tu pequeño desde pequeño. Puedes preguntarle sobre emociones que hayas notado en él. Por ejemplo, puedes decir: “¿Estás llorando, estás triste porque nos vamos a ir? »
A medida que su hijo crezca, podrá hablar con él sobre las emociones secundarias. Puedes abordar la posesividad, la decepción y los celos o incluso la culpa alrededor de los tres años.
Para ayudar a tu pequeño a reconocer las emociones, también puedes utilizar el lenguaje corporal basado en la emoción. Usar juguetes educativos, libros de cuentos para niños o el música mostrarle personajes o expresiones faciales que expresen emociones. Por ejemplo, señalar que cuando alguien está feliz, sonríe, o cuando alguien está enojado, frunce el ceño, y cuando alguien está triste, le caen algunas lágrimas de los ojos, etc.
Los juegos de espejos también son una excelente manera de expresar diferentes expresiones faciales según la emoción. Podéis divertiros juntos frente a un espejo imitando diferentes expresiones. De esta forma, un niño podrá conocerse mejor a sí mismo a través de la expresión de sus emociones. Otra idea para aprender a reconocer las emociones es crear con tu hijo un álbum de emociones recortando diferentes expresiones de revistas, por ejemplo.
Cuando esté viviendo una situación, enséñale a reconocer lo que está pasando en su cuerpo cuando lo está viviendo en el momento. Puedes intentar explicarle los signos físicos que observaste. Por ejemplo, cuando el niño se sorprende, explícale cómo se siente, o cuando tiene miedo, parece que tiembla.
Estas pequeñas cosas ayudarán a que tu hijo aprenda a reconocer sus emociones poco a poco.
La importancia de ayudar a un niño a superar y gestionar sus emociones
Dependiendo de la edad del niño, la respuesta que dé seguramente no será la misma, pero aún así puedes preguntarle cómo se siente su corazón cuando tiene miedo o enojo.
Además, también puedes hablar con él sobre tus emociones, lo que explica algunas de tus reacciones según su comportamiento. Por ejemplo, si has sido paciente con él o cuando estás decepcionado con su comportamiento. Esto le ayudará a diferenciar mejor el bien del mal, mientras aprende a gestionar sus emociones.
¿Cómo puedo ayudarle a controlar mejor sus emociones?
Antes de los cinco años, el niño aún no tiene control sobre sus emociones. Suele ser impulsivo y generalmente no puede controlar sus reacciones. Su hijo puede tener tendencia a romper cosas, golpear a alguien o moverse sin prestar atención porque está enojado o simplemente emocionado. Incluso después de los 5 años, los niños aún no son plenamente capaces de comprender sus sentimientos y reaccionar correctamente.
Por lo tanto, tienes el deber de permitirle experimentar y expresar sus emociones, mostrándole al mismo tiempo cómo controlarlas. Aquí hay algunos consejos :
- Mantente atento y no juzgues sus emociones.
Por ejemplo, durante una crisis, manténgase tranquilo y atento. Si tu hijo está muy enojado o llora, deja que primero se calme. Puedes abrazarlo y consolarlo para que se calme antes de hablarle tranquilamente y preguntarle sobre el problema.
- Enséñale a tu hijo a amar a los animales
Los niños que son capaces de expresar sus emociones suelen tener una mayor capacidad de empatía hacia los animales. Amar a los animales puede ayudar a un niño a desarrollar habilidades sociales y emocionales al aprender a cuidar a otro ser vivo y reconocer sus necesidades.
Puedes optar por un luz de noche de pared de animales, no sólo fomenta el sueño tranquilo de tu hijo, sino que también cultiva su amor por los animales y fortalece su capacidad de gestionar sus emociones con dulzura y comodidad.
- Cuestione a su hijo para ayudarlo a identificar qué desencadenó su reacción.
Su hijo puede estar enojado, pero él mismo no sabe qué lo enoja.
Dígale a su hijo que sus sentimientos y reacciones son normales y que comprende por qué se siente como se siente. Esto le ayudará a sentirse comprendido y tranquilo.
Es muy importante tomarse el tiempo para escuchar a su hijo incluso si tiene prisa o tiene muchas cosas que hacer. Un niño necesita sentirse escuchado y comprendido para poder seguir adelante.
- Hablar de tus emociones con tu familia
En las cenas familiares, cuenta una historia que te haya hecho feliz o triste. Esto inspirará a su hijo a hacer lo mismo y compartir sus sentimientos.
Sugiera nuevas estrategias para gestionar las emociones de su hijo sin forzarlas. Espera el momento adecuado para contárselo, como cuando se calme para que pueda recordarlo.
Conclusión
Un niño que sabe gestionar sus emociones es capaz de reaccionar mejor ante las situaciones de la vida y llevarse bien con los demás. Para ello, debes enseñarle y hacerle entender que las emociones se pueden controlar, incluso si son pequeños. Puedes ayudarlo a expresar con palabras lo que siente en el momento en que vive una situación para que aprenda a diferenciar entre diferentes emociones.
Por último, también puedes acostumbrar a tu hijo a hablar de lo que está viviendo, a expresar lo que siente ayudándole a gestionar sus emociones.